una nena desnuda en tanga morada

Una tarde, estaba caminando por el calle cuando vi a una nena desnuda en tanga morada. Su cuerpo era tan perfecto, su piel era tan suave, y la tanga morada contrastaba con su piel blanca. Me sentí tan atraída hacia ella que tuve que detenerme para mirarla. Caminando hacia mí, una sonrisa se dibujó en su rostro y mis ojos estaban atrapados en el espectáculo que ella ofrecía. Me quedé sin aliento mientras ella se acercaba y ella parecía divertirse jugando con mi cabeza. Al llegar junto a mí, extendió una mano y me tomó de la mano. De la nada, comenzamos a bailar lentamente. Sentí la suavidad de sus alas en mi piel, los latidos de nuestros corazones se aceleraban y la tanga morada se mecía con cada paso que dábamos. Terminamos nuestro baile, compartimos una sonrisa y nos despedimos. No pude alejar mi mente de aquella nena desnuda en tanga morada y, desde entonces, pienso en ella cada vez que veo una tira rosa a la distancia.