una mujer y un hombre en ropa interior acostados uno encima del otro

Una noche, él estaba acostado desnudo bajo las hojas de su catre. Ella se unió a él, también vestida con ropa interior. Se besaron durante un tiempo interminable mientras sus cuerpos se calentaban uno encima del otro. Cuando encontraron el ritmo, explotaron, junto con el placer, en un momento perfecto. Sus cuerpos no se separaron, quedaron encima el uno del otro, radiosos de placer. Él acarició su espalda, recorriendo con sus dedos cada curva de su cuerpo mientras ella gime de satisfacción. Su respiración se había acelerado, mientras continuaban disfrutando el uno del otro. Los gemidos se hicieron más intensos y sentían cada uno de sus latidos latir en la ropa interior. Al final, los dos estaban exhaustos, pero satisfechos. Sus cuerpos aún se encontraban uno encima del otro, ambos sentían el calor del otro mientras las hojas de la cama los abrazaban.