una mujer rubia que le esta dando un golpe a las tetas peludas

La rubia estaba allí parada enfrente de él, acariciando sus tetas peludas y enormes. Él se le quedó mirando, seducido por su piel suave y aquellos pechos. Ella gimió suavemente mientras los tocaba con sus dedos, como si le fuera a dar un suave golpe con ella. La piel que cubría los pechos se tornó erizada y él casi se perdió en aquella visión de ensueño. Él lentamente comenzó a acariciar aquellas tetas, de forma circular, sin embargo ella no poseía la paciencia para esperar a que reaccionara y comenzó a acariciarla ásperamente, con sus dedos que masajeaban aquella carne con fuerza. Se inclinó hacia él y su piel deslizando a su vez ambas manos tendiéndole una deliciosa provocación. Él no podía resistirse a aquella sensual oferta y se entregó a generoso a los placeres que aquellos pechos le ofrecían.