una mujer pone su pecho en la cama

Una mujer cerró los ojos y se imaginó el momento: acurrucada en la cama, con sus pechos aún cubiertos por un suave vestido blanco. A medida que sus dedos empezaron a acariciar suavemente su pecho, su piel comenzó a erizarse y su corazón comenzó a latir más fuerte. Su mente viajó a su cuarto de baño para sentir el calor de la ducha bañándola... se sentía completamente relajada. De sus pechos se desprendía una ola de calidez. Deslizó suavemente suavemente su cuerpo por la cama, dejando su pecho descansar sobre la sábana. Sus dedos siguieron acariciando su piel, llevándola a un estado de éxtasis suave. Sus labios se abrieron en un suspiro de satisfacción. Luego cerró los ojos para disfrutar de esta sensación de lujuria. Su pecho se mecía lentamente con cada movimiento, haciendo que su respiración se agite y se eleve. Estaba mareada, sudando de los pies a la cabeza. La oscuridad de la noche se alzaba cada vez más elevado alrededor de ella, la llevando hacía un estado más y más profundo de excitación.