una mujer muy grande montando a un hombre desnudo en el sofá

María tenía unas ganas enormes de probar algo nuevo, así que se puso su ropa más sensual, se echó un poco de perfume y fue a la sala de estar del apartamento de su amante. Él estaba desnudo sobre el sofá, esperando por ella con una media sonrisa en los labios. María era enorme comparada con él, pero con su energía y electricidad, montó sobre él con mucho cuidado para no aplastarlo. Con movimientos sensuales, llevó a su pareja a un estado de placer insoportable. Él la miraba con el deseo de sentir el calor de su cuerpo. Cuando ella comenzó a moverse, la sensación interminable de placer llegó a su climax. Ella sabía exactamente lo que estaba haciendo y él sabía que ella era una diosa en la cama. Esta fue una noche inolvidable para los dos.