una mujer juega con su coño mientras otro hombre lo lame

Estaba sola en el cuarto oscuro. Se sentía excitada. Abrió suavemente sus piernas y con la mano se acarició el coño. Podía sentir su propio calor. Sus ojos miraban sus dedos trabajar profundamente en su cuerpo. Entonces vio la cara de un hombre joven asomándose por la entrada. Sus labios se abrieron con alegría, ya sabía para qué había venido. Él era el único que podía satisfacerla. Se deslizó desde su posición hasta el suelo y se sentó frente a ella. Con suavidad empezó a lamer su coño, provocando en ella un enorme placer. Ella sonrió y comenzó a excitarse aún más, moviendo su cuerpo en ritmo con el de él. Mientras él la lamió con pasión, ella se sentó sobre sus piernas, sintiendo cada parte de su cuerpo mientras su corazón latía con fuerza. Vio la cara de él y sintió cómo su cuerpo se aliviaba al lado de la pared con cada chupada. En un punto, sus labios estaban tan rojos que ya no pudo más. Cerró los ojos y disfrutó de la satisfacción más placentera de su vida.