una mujer de piernas peludas es follada

Marisol era una mujer bellísima. Tenía unas piernas largas y peludas, que a su novio le provocaban fantasías indescriptibles. El soñaba con tocar sus muslos, con sentir la suavidad de aquellos bellos y voluminosos pelos; con sentir como cada centímetro de su cuerpo se ponía tenso antes de llegar al placer. Un día Marisol se quedó en la cama esperando a su novio. Cuando entro en la habitación quedo embelesado al verla, ella estaba recostada sobre la cama desnuda y perfecta, con sus piernas peludas extiendidas hacia el. Él se acercó a ella como si tuviera alas, sediento de placer. Con suaves caricias comenzó a recorrer el cuerpo de Marisol. Sus dedos se deslizaban por su piel, borradeaban los bellos pelos de sus piernas, y a cada toque la mujer soltaba pequeños suspiros de satisfacción. A medida que sus sensaciones crecían, el placer se expandía en ellos. Marisol sabía que el novio no se conformaría con solo toques, por lo que decidió correrse de la cama para impulsar las cosas de una vez. Pronto, el fue frente a ella, arrodillado, y comenzó a lamer y morder sus piernas peludas. El contraste de lo suave de sus pelos con sus labios calientes provocaba en ella una sensación indescriptible. Finalmente, fueron penetrados por la lujuria, y el placer fue inmensurable.