un hombre con una gran polla dándole tetas a una mujer con gafas

Durante la noche, el hombre entró a la cama con su gran polla lista para deleitarse. Ella vio su gran tamaño y le sonrió, complacida. Había llevado sus gafas para verlo mejor, con una mirada lujuriosa. Él puso su polla entre sus pechos segmentados, acariciando la suavidad de su piel con él. Ella abrió los labios y la rodeó con su saliva, conmoviéndose al sabor de su polla. Él con sus manos alojó el resto de su armamento en la posición correcta. Ella empezó a succionar al compás de la lengua. Él la apretó más cerca de su cuerpo, obteniendo placer de sus ricas tetas y piernas. Se sintió devorado por la inigualable felicidad y excitación de ese momento. Se entregó completamente y juntos alcanzaron un clímax maravilloso.