mujeres maduras cubiertas de semen mientras están desnudas

Rosy estaba en la cama, desnuda bajo la luz débil de las velas. Estaba esperando a su amante, con sus ojos cerrados y sus labios amenazando con una sonrisa. Él llegó, cerró la puerta y se acercó lentamente. Arrastró sus manos sobre su cuerpo maduro y la cubrió de besos y caricias. Era como si el tiempo se hubiera detenido. Rosy gimió de placer mientras su amante empujaba profundamente dentro de ella. Sus cuerpos se movían al compás del placer. El calor y el musgo de sus cuerpos envuelve la habitación. El aliento era cada vez más fuerte y jadeos cada vez más fuertes. La tensión cuerpo de Rosy iba aumentando, hasta que el momento de alcanzar el éxtasis llegó. Un grito desgarrador salió de su boca. Cuando el momento de intimidad acabó, Rosy estaba cubierta de semen, sus flujos suaves se deslizaban entre sus muslos maduros mientras descansaba sin pudor, desnuda.