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Fue una mañana dorada cuando Carlos primero vio a Maria. Ella era una madura Milf Bbw con curvas completamente hermosas. Su piel dorada estaba suave como la seda al tacto. Carlos se quedó sin aliento. Maria incendió la habitación con su sola presencia, ella se acercó a él con lentitud y sensualidad. Su amplio pecho y sus brazos musculosos era impresionantes a sus ojos. Carlos quedó hechizado por ella, y no pudo sino profesar su amor por ella. No pasaron mucho tiempo para que Carlos y Maria estuvieran juntos en la misma cama. Su pasión ardía y le provocaban deseos cada vez mayores. En sus momentos más íntimos interpretaron el papel de amante y amado, explorando sus cuerpos con anhelo mientras mecedían al compás de sus amroniantes suspiros. Al final de la noche, Carlos y Maria tuvieron el éxtasis más profundo que alguna vez recordaron, concluyendo una perfecta noche de pasión entrelos dos.