la abuela le hace una cubana a un hombre sexy

Ella era una mujer madura, con un cuerpo esbelto y muy tentador. Su cabello castaño caía por sus hombros a modo de cascada. Él era un hombre joven y atractivo, a quien miró con una mirada inquietante. Cuando la abuela le hizo una cubana, él podía sentir la humedad de sus labios y sus manos que le acariciaban. El calor de sus bocas juntas fue mucho más intenso cuando sus lenguas empezaron a jugar. Mientras ella le besaba, el hombre sexy sentía los movimientos sensuales de la abuela. Su piel era suave y sus sirvientes eran círculos perfectos de placer que lo hacían estremecer. Mientras tanto, ella le acariciaba el cabello y le susurraba al oído cosas que lo llevaron al cielo. La abuela le había hecho una cubana, y lo había hecho volar a un lugar donde el deseo era el principal idioma.