dama desnudándose

Pasó por la habitación y le encantó lo que vio. El calor latente en el aire, la luz suave que iluminaba su piel desnuda, y los ojos que brillaban de entusiasmo. Se quitó los zapatos y se tumbo en la cama. Ella comenzó a deslizar lentamente sus prendas de una en una, dejando al descubierto su piel. Sus labios sensuales, su busto pequeño, sus hombros dulces, sus músculos desnudos. Su aliento se hacía más fuerte a medida que sus últimas prendas caen dejando al descubierto su cuerpo y su feminidad. Sus ojos se posaban en él, y el solo con mirarla se excitaba. Deseaba que le tocara y le hiciera suya. Habían esperado mucho tiempo esta noche y al fin habían llegado a la cima del deseo. La dama con cada moviento se mostraba más desnuda y él deseaba cada vez más llenarla con su pasión. Estaban a punto de vivir un momento único juntos.