corazón de avellana en privado conmigo torcedura

Me gustaba caminar alrededor del jardín de la mansión con mi Corazón de Avellana, con el fresco aire de la tarde acariciando nuestras mejillas. Me sentía tan afortunado de tener a este hermosa guerrera a mi lado, con su cabello oscuro y sus ojos castaños me cautivaban hasta el alma. Cuando nos encontrábamos a solas, la tierra podría estremecerse con la torcedura de nuestra pasión. Ella me encantaba con sus gestos dulces y suavemente me llevaba a su corazón. Me poníamos tan cerca el uno del otro, sus manos sobre mi espalda y sus labios rozándome la oreja me enviaban escalofríos de un placer insondable. Nuestros besos eran apasionados y la manera como nuestros cuerpos se movía armoniosamente, me hacía perder la noción del tiempo. En ese entonces, nos perdíamos en privado y en la calidez de nuestro amor. Nuestras voces mezcladas entonando canciones de amor, y el suave murmullo de nuestras palabras de cariño. Podíamos pasar horas entrelazados y sintiendo la más pura felicidad mientras nos deleitábamos con el corazón de avellana en privado.