anciana con medias blancas acostada en la cama y quitándose el semen

La anciana acostada en la cama llevaba dexuestas unas medias blancas. Sus manos se deslizaban lentamente desde sus piernas hasta su abdomen. Sus dedos comenzaron a masajear su cuerpo, moviendose con delicadeza a la altura de su vientre. Luego de unos minutos, notó como sus dedos percibían algo húmedo entre sus piernas. Con su mano derecha intentó identificar lo que era, pero de pronto se dio cuenta de que era semen. Sonrojada, comenzó a quitarselo sin detenerse. Mientras descansaba en su cama, recordó la última vez que tuvo relaciones sexuales con un amante desconocido. La sensación de libertad y placer que sintió mientras él la satisfacía con su semen fue inolvidable. Con una sonrisa en los labios. decidió disfrutar de su privilegiada situación como una mujer experimentada. Finalmente, se recostó en la cama y se entregó a los placeres del momento.