abuela traviesa follada en la cocina

Abuela Traviesa estaba muy nerviosa y había decidido tomar una copa para calmarse. Se sentó en un taburete en la cocina y sintió que alguien la miraba. Levantó la vista y vio a su nieto, de pie junto a ella. Él le sonrió y le dijo que era hora de dejar la copa y empezar a divertirse. Su abuela no pudo resistirlo y asintió con una sonrisa. Se levantó y se acercó a él, tomándolo de la mano. En la oscuridad de la cocina, se abrazaron con pasión y él lentamente deshizo todos los botones de su camisa. Su abuela cerró los ojos y se dejó llevar por ese impulso travieso. Él la apoyó en la mesa y la besó con fuerza. Presionó su cuerpo caliente contra el de ella y comenzó el fuego de la pasión. Abuela Traviesa disfrutaba la follada en la cocina como nunca antes. Su nieto se movía con gracia mientras sus besos se volvían más profundos y sus gemidos retumbaban por las paredes de la cocina.