Hombre mayor le da a su novia una polla caliente para una mamada

Un jubilado de edad avanzada se reunió con la mujer con la que había salido desde hacía un tiempo. Estaban en una casa de campo aislada y abierta, y el anciano fue directo al grano con su plan. Sacó una polla caliente del horno, se la entregó a la mujer y dijo: "Quiero que me des una mamada". La mujer estaba un poco sorprendida, pero no pudo resistirse a la tentación. Cogió la polla caliente con la mano y la metió en su boca. Primero tocó su lengua con ella, recorriéndola desde la base hasta la punta. Después empezó a pasar suavemente sus labios alrededor de aquella polla caliente con torbellinos de placer. Luego empezó a chupar suavemente decenas de veces, jugando con su lengua a cada movimiento. Mientras el hombre mayor disfrutaba de la mamada, sintió un placer increíble en su cuerpo. Notaba cada vibración y cada movimiento de la polla caliente en su boca. Y cuando finalmente se corrió, su placer fue tan grande como la satisfacción de su novia.